Hay hombres que tienen las manos pequeñas, tan pequeñas que no te pueden sujetar; hay hombres con las manos grandes, te pueden sujetar pero también te pueden ahogar. ¡Hay manitas y hay manazas!... pero los que menos me gustan son esos tipos que sólo manosean, aunque esos que pegan y esconden la mano tampoco me gustan mucho...
Bueno, también hay hombres que tienen las manos del tamaño justo para una mujer, pero un día encontré en el salón de mi casa a un tipo que tenía zarpas y le dije: 'No me importa verte en el salón, no me importa verte en el cuarto de estar, incluso no me importa verte en la cocina... ¡PERO NO QUIERO VOLVER A VERTE EN MI CAMA!
















